PR-PNPE3 es el poco romántico nombre por el cual los mapas y guías oficiales llaman a esta ruta que, por méritos propios, se ha hecho con un puesto destacado en la mente, y en los pies, de todo aficionado al senderismo.
Imagen de portada: «La Garganta Divina», por: Raúl González
Como todo el mundo, nosotros preferimos llamar al sendero: La Ruta del Cares, en honor al río que transcurre por el fondo de su espléndida Garganta Divina, incrustada en el idílico paraje de los Picos de Europa en el mismísimo corazón del Parque Nacional homónimo.
La ruta comienza en la localidad de Poncebos, Asturias, partiendo en ligera pendiente ascendente hacia el suroeste que irá activando nuestras piernas mientras comenzamos a vislumbrar lo excepcional del cañón que el río y la montaña han esculpido durante millones de años.
La ruta, que puede resultar sencilla para senderistas experimentados, será a buen seguro un importante reto para los no iniciados. No supone una dificultad extrema ni mucho menos, pero lo escarpado del paisaje hará que nunca pierdan el respeto a esta senda que sin la precaución adecuada podría tornarse peligrosa en ciertos tramos del camino.
Tras este tramo que, de seguro, nos habrá fascinado, nos encontraremos con una bajada en la que recuperar el aliento para luego virar definitivamente hacia el sur, entrar en la provincia de León y encarar un trecho sin dificultad que nos conducirá directamente hacia la población castellanoleonesa de Caín.
En Caín, que supone la mitad del recorrido, podremos tomar un respiro, acceder a las siempre frías aguas del Cares y sumergir nuestros trabajados pies recobrando las fuerzas necesarias que nos permitirán enfilar hacia Los Llanos de Valdeón, final de la ruta, o volver a Poncebos y disfrutar de nuevo de la Garganta Divina del río Cares.