En la mayoría del territorio nacional, la celebración este año de la Semana Santa en abril ha hecho que los propietarios de alojamientos rurales hayan tenido peores datos de ocupación en marzo, en comparación del año pasado. En el caso de Castilla-La Mancha, existe un descenso, pero no tan fuerte en el número de viajeros como en la mayoría de comunidades autónomas, tal y como refleja la Encuesta de Ocupación de Alojamientos Rurales del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, en marzo de este año se registraron 25.200 viajeros, mientras que en 2018 se registraron 25.200, con un descenso del 3,9%.

Eso sí, el descenso ha sido mucho más notorio en el número de pernoctaciones, cuando se han pasado de 62.000 a 46.000. Esto significa un descenso interanual del 25,7%.

El descenso de la ocupación media, por orto lado, ha sido de poco más de 3%, pasando de un 13,7% a un 10,4% en el mes de marzo.