Mónica Novas presentará en junio su proyecto, una botella de albariño pintado por todo el exterior por la artista coruñesa. La botella posee sus etiqueta y contraetiqueta de rigor, y su objetivo es convertir el interior en una sala de catas y peculiar hospedaje, donde los visitantes podrán degustar un albariño metidos en una botella.
Fotorgafía de los alrededores de Fofán
Muchos vecinos se han acercado a contemplar la botella y se muestran encantados con este reclamo turístico para Fofán y su zona, explicaba Mónica, que junto a su pareja, son los impulsores de esta iniciativa, bautizada “Made in Fofán”. Ambos aseguraban haber recibido llamadas de gente interesada en las catas que se realizarán, preguntando por cuándo estará disponible.
La fecha que se pretenden los promotores es junio. Pero la botella no se dedicara íntegramente a ser sala de catas. La idea que plantean es dividir el interior en dos estancias, una como habitación para hospedarse, y otra como sala de catas. Quieren conseguir que las dos salas estén comunicadas vidualmente y sean muy luminosas, entrando luz por ocho ventanas habilitadas en los laterales, sumando dos más, una en el fondo y otra en el corcho.
En la etiqueta se puede apreciar que reza “Agrochic House made in Fofán”, término concebido por los autores para transmitir que el entorno lugar también puede ser algo refinado y singular. Comentan que les queda por finalizar el interior, el cual quieren decorar de manera vintage inspirada en los años 60.
Este recipiente pertenecía a un viejo proyecto de los 90 de Alfonso González Real, siendo una botella equipada con motor y aparejo de vela, donde un ojo de buey situado en su parte inferior permitía ver el fondo marino. Sin embargo, la botella apenas se hizo a la mar, aunque quedó atracada en tierras vilanovesas, sucumbiendo en tierra al paso del tiempo.
Ahora esta pareja de Fofán la ha recuperado, y están ansiosos por presentársela al público el próximo junio.