La ingeniera de Montes que regenta una casa de turismo rural en San Miguel de Pena (Monterroso), no se dio cuenta de que el castaño que da sombra al patio de su Casa do Campo, estaba plagado de agallas con larvas de avispilla en su interior. Una vez se percató, fue a avisar a su vecino, presidente de la IXP Castaña de Galicia. Se constató entonces que los brotes eran realmente lo que parecían, Drycosmus Kuriphilus.
La aparición de esta especie les quita el sueño a los productores de castaña desde hace mucho tiempo. Además, la plaga ya se ha asentado en los alrededores de la casa de turismo rural, presentando signos evidentes.
San Miguel de Pena fue el primer lugar en el que se constató la presencia de la avispilla, aunque se conoce que se ha extendido por el 80% de las plantaciones de Galicia.
El árbol de la casa rural no es el único afectado de la zona, ya que los castaños centenarios de los alrededores se encuentran en muy mal estado, con algunos de ellos huecos y otros en peor situación. Por desgracia, está afectando también a los árboles jóvenes.
Tras avisar a su vecino, la regente llamó al departamento de Medio Ambiente de la Xunta, principalmente para conocer que tratamientos aplicar y si se podía erradicar la plaga del castaño de su patio.
Sus dudas no fueron disipadas, en todo caso, aumentaron. Las explicaciones dadas por el funcionario incluían la visita de técnicos que corroboraran la denuncia, aunque estos no pudieran hacer nada. También le comentaron que este año se realizaron sueltas de Torymus, la especie antagónica de la avispilla, pretendiendo realizar un control biológico. Debido a esto, tendrá que esperar hasta el año que viene para algún resultado.
El presidente de la IXP tranquilizó a la regente, ya que su castaño es todavía joven, y con la ayuda de fertilizantes podrá sobrevivir el tiempo suficiente, hasta las sueltas masivas de Torymus.
Sin embargo, los árboles viejos no corren la misma suerte, ya que no tienen la misma capacidad regeneradora. Los más afectados son los agricultores de castaños, ya que prevén reducciones en las próximas cosechas de hasta el 80%, si la plaga continua.
Esta especie procedente de China ya se encuentra asentada, y la fumigación no es una solución, ya que volverá a aparecer en los árboles. La mejor solución es la suelta de Torymus masiva, ya que esta especie se come las larvas de la avispilla. Cuanto más se extienda la avispilla, más tiempo será necesario para su erradicación.