El turismo rural en Asturias, tradicionalmente una de las joyas del “Paraíso Natural”, está experimentando una etapa de estancamiento que preocupa tanto a las autoridades como a los empresarios del sector. En los últimos cinco años, el crecimiento ha sido apenas del 2%, influenciado por factores como el aumento de las viviendas vacacionales y de uso turístico, que compiten directamente con los alojamientos rurales tradicionales.

Para contrarrestar esta tendencia, el Gobierno del Principado ha anunciado una serie de medidas destinadas a revitalizar el sector. Entre ellas, destaca la inversión de 600.000 euros en un programa de bonos descuento para fomentar las estancias en alojamientos rurales durante la temporada baja. Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio, con una inversión total de 46,1 millones de euros, que busca consolidar Asturias como una potencia turística y distribuir de manera más equilibrada el flujo de visitantes por todo el territorio.

Además, coincidiendo con el 40º aniversario de la inauguración del hotel La Rectoral en Taramundi, considerado el pionero del turismo rural en España, se han consignado fondos específicos para conmemorar este hito y reforzar la promoción del turismo rural en la región.

El sector privado también está tomando cartas en el asunto. Asociaciones como la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur) señalan la necesidad de adaptarse a las nuevas demandas del mercado, ofreciendo experiencias que combinen naturaleza, gastronomía y actividades culturales. Asimismo, se subraya la importancia de la digitalización y la formación para mejorar la competitividad de los alojamientos rurales.

En este contexto, plataformas especializadas en turismo rural, como Sensación Rural, juegan un papel fundamental al ofrecer una amplia variedad de casas rurales en Asturias, facilitando a los viajeros la búsqueda de alojamientos que se ajusten a sus preferencias y necesidades.

Con estas iniciativas conjuntas, se espera no solo revertir el estancamiento actual, sino también impulsar un nuevo auge del turismo rural en Asturias, adaptado a las exigencias del siglo XXI y capaz de ofrecer experiencias auténticas y de calidad a los visitantes.