El entorno del río Guadarrama en los municipios de Móstoles, Navalcarnero y Arroyomolinos se encuentra muy degradado debido a factores antropogénicos; en los márgenes del mismo podemos encontrar montañas de basura de todo tipo. Esto provoca que el agua esté contaminada y que haya proliferación de ratas, poniendo en riesgo a distintas especies autóctonas de flora y fauna.
Asimismo, se ha instalado un poblado de chabolas en uno de los márgenes del río. Por estos motivos, el río Guadarrama a su paso por Móstoles, Navalcarnero y Arroyomolinos acaba de ser incorporado a la Lista Roja del Patrimonio (www.listarojapatrimonio.org) que elabora la asociación Hispania Nostra.
Se trata de un bien protegido por su alto valor ecológico (es Parque Regional) que se encuentra en peligro sin que las autoridades competentes tomen las medidas suficientes para solucionarlo.
El río Guadarrama tiene su origen en el valle de la Fuenfría, a unos 1900 m de altitud, dentro del término municipal de Cercedilla, Madrid, en la ladera sur de la sierra de Guadarrama.
Fluye de norte a sur por 131.80 kilómetros, desembocando en el río Tajo, en la localidad de Albarreal de Toledo en la provincia de Toledo. Su curso medio es un espacio que, debido a su alto valor ecológico, se encuentra protegido desde 1999 bajo la figura de Parque Regional (Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y su entorno).
El objetivo es «el establecimiento de un régimen jurídico especial para el curso medio del río Guadarrama y su entorno que garantice la ejecución del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, cuyos objetivos se centran en evitar el deterioro de los recursos naturales y culturales y promover la corrección y restauración de los espacios actualmente degradados».
Sin embargo, desde hace más de 20 años, se siguen encontrando vertederos ilegales en sus orillas, la Asociación Ecologistas en Acción ha denunciado hasta 17, situados entre los municipios de Móstoles, Navalcarnero y Arroyomolinos, en pleno parque regional, lo que ocasiona la contaminación de las aguas y perjuicios para la flora y fauna de la zona.
En 2019 se instalaron algunos cables boya para evitar que los residuos vertidos al cauce se dispersaran aguas abajo, facilitando así las labores de retirada de restos. Del mismo modo, la Confederación Hidrográfica del Tajo instaló una barrera que impedía el paso de camiones o furgonetas para evitar que depositasen en el río materiales procedentes de obras. Recientemente se han empezado a llevar a cabo labores de limpieza, como las efectuadas hace dos años. Pese a ello, los operarios de limpieza afirman que tan pronto retiran los residuos, vuelven a aparecer personas que depositan su basura en la orilla.
El río Guadarrama es un afluente del río Tajo que nace en la Comunidad de Madrid y discurre por su lado oeste dirección Toledo. Una sección del río Guadarrama -curso medio- se encuentra protegida como Parque Regional; es uno de los tres Parques Regionales que podemos encontrar en la Comunidad de Madrid. El territorio protegido (22.116 hectáreas) comprende 19 términos municipales distribuidos a lo largo de 50 km.
Entre ellos se incluyen las localidades de Móstoles, Navalcarnero y Arroyomolinos, correspondientes a las zonas más afectadas por los vertidos de residuos. El curso medio del río se distingue por su gran diversidad ambiental, presentando diferentes ecosistemas, entre los que destacan: sotos y riberas, encinares, matorrales y pastizales, pinos y cultivos de secano.
Asimismo, representa un espacio de refugio para algunas especies de flora y fauna que se encuentran amenazadas. Sin embargo, ciertas partes del río se hallan envueltas tanto por urbanizaciones como por asentamientos ilegales que, al emplear la cuenca del río a modo de vertedero, ponen en peligro la biodiversidad y calidad del entorno natural. Los diversos residuos que pueden observarse en los laterales del río van desde restos de poda, escombros y neumáticos a electrodomésticos e, incluso, coches calcinados.