Balneario de Mondariz es, desde hace tres siglos, el destino elegido por los españoles y europeos para disfrutar de las vacaciones estivales y cuidarse a partir de la filosofía natural del “Salutem per Aqua”.
La Belle Époque marcó una época en los veraneos de salud de los españoles y europeos más chics que tenían en el Balneario de Mondariz un destino. En sus tres siglos de vida, Mondariz ha sido siempre sinónimo de salud, encuentro y ocio. Una villa termal que defiende los intereses de todos los españoles como propios; haciendo internacional el carácter hospitalario de los gallegos.
Hablar de Galicia es hablar de la Tierra del Agua: mar, ríos y aguas mineromedicinales que transforman el noroeste español en todo un destino de bienestar. Tienen en el termalismo una tradición centenaria que les hace únicos.
La Belle Époque trajo a Galicia a personajes como Isaac Peral, John Rockefeller II, Isabel de Borbón, el arzobispo de Westminster, Miguel Primo de Rivera o el sultán Muley Haffid y el infante Augusto de Braganza a disfrutar de la villa termal gallega.
Mondariz, un balneario que emerge a mediados del siglo XIX y principios del XX, es desde siempre el referente europeo del Salutem per Aqua, gracias a las propiedades de sus manantiales.
El termalismo tradicional de los “aguïstas” de la Belle Époque que trajo a Galicia a personajes como Isaac Peral, John Rockefeller II, Isabel de Borbón, el arzobispo de Westminster, Miguel Primo de Rivera o el sultán Muley Haffid y el infante Augusto de Braganza a cuidar su salud, ha dado paso en el siglo XXI a toda una industria turística gallega a partir del culto al cuerpo y la necesidad de buscar la fuente de la eternidad.
Visita de la Infanta Isabel de Borbón al Gran Hotel en 1915
Y es que las aguas mineromedicinales del Balneario de Mondariz son únicas en España a la hora de luchar contra el envejecimiento, tanto a nivel físico como estético, gracias a su composición bicarbonatada, carbogaseosa y ferruginosa. Unas características recientemente destacadas por estudio hidrológico que reconoce la calidad de las aguas termales pontevedresas y que tienen en este balneario la referencia del termalismo.
Las aguas mineromedicinales de sus fuentes, por su composición bicarbonatadas, carbogaseosas y ferruginosas, se convierten en únicas en España a la hora de luchar contra el envejecimiento, tanto a nivel físico como estético.
Unas aguas también recomendadas para patologías crónicas (reumatológicas, respiratorias, dermatológicas, digestivas) porque gracias a sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, consiguen la ralentización del envejecimiento y favorecen a la reactivación de la capacidad física y psíquica de las personas mayores, ayudándoles así a mejorar su autoestima.
Mondariz, la magia del agua
El agua que brota cada día de los manantiales de tres templos de la medicina natural se convierte en magia, lejos de modas y campañas de marketing. Este balneario gallego lleva más de tres siglos protagonizando el fenómeno termal europeo, y actualmente resurge con valores añadidos como tratamientos a la carta, centros lúdico-termales, cosmética natural o golf. Sus aguas fueren declaradas de utilidad pública por el Gobierno Español en 1873.
Mondariz, que mantiene desde principios del siglo XX su propia marca de mesa, dio origen al municipio más pequeño del país. Esta villa termal continúa hoy en activo gracias a la recuperación de su actividad y de sus edificios por parte de un grupo de empresarios liderados por el coruñés Javier Solano Rodríguez-Losada. Su labor fue reconocida otorgándosele los premios de Mejor Balneario de España 2005 y 2006, y Mejor Alojamiento de Galicia 2007. También hay que destacar que Conde Nast Traveler lo señaló como Mejor Spa de España 2012. Numerosos reconocimientos de un proyecto humano que en 2015 recibió el Premio Nacional de Salud Ejecutivos por tres siglos de apoyo a la medicina natural, plan basado en el poder de las aguas mineromedicinales de la villa termal gallega.
Su casa de baños fue construida en 1880 y a partir de ahí el Gran Hotel que, en 1900, rivalizó con los grandes balnearios de Baden-Baden, en Alemania, y Bath, en Londres.
Personal del Gran Hotel en 1920, Balneario de Mondariz
El nivel de los termalístas que acudían cada verano a Mondariz llegó a convertir el Gran Hotel en un centro social, político y cultural internacional, del que dieron cuenta Emilia Pardo Bazán, José Echagaray o Galdós en sus escritos. Estas fiestas eran amenizadas por el cuarteto Bacarat que llegaba cada año expresamente de París. Entre las reuniones políticas podemos destacar la celebrada en agosto de 1929 por el jefe del Gobierno español, Miguel Primo de Rivera, y Arthur Ivens Feraz, primer ministro de Portugal, y en la que posteriormente se les unió el jovencísimo John Rockefeller III, heredero de la mayor fortuna de los Estados Unidos. Estas actividades se mantienen actualmente, gracias a la visita de personalidades de diferentes sectores que llegan a Mondariz a disfrutar de un lugar de leyenda.
Pista de tenis del Gran Hotel
Esta época de esplendor ha dado paso a un centro moderno con un balneario a la carta, un circuito termal basado en la tradición Celta y el Palacio del Agua, un spa de 3.000 metros cuadrados de piscina interactiva. A parte de las actividades termales, gozan de un campo de golf con 18 hoyos, y de una zona llamada “Mondariz Kids”, dedicada a los más pequeños para que puedan disfrutar mientras sus padres descansan. La gestión es propia por parte de los propietarios que desarrollan varias líneas de negocio: hostelería, termal, golf y cosmética natural, que lanzaron al mercado de belleza con la marca Mondariz.